Por qué?

Porque cuando nació mi hijo Bruno, una de mis mejores amigas, Lupe, me regaló etiquetitas, botones, cintas…porque sabe que me encantan…. Pero en ese momento no sabía en qué y cómo podía usarlas….

Justo antes del bautizo me acerqué a la tienda de la que venía el regalo y… tuve un flechazo!! Un montón de papeles, florecitas, troqueles, adornos, sellos, tintas….ahí vi por primera vez lo que ahora se ha convertido en mi mundo.

Era jueves y la celebración era el sábado y se me ocurrió hacer puntos de libro como recuerdo. Pero uno diferente para cada una de las personas que compartieron ese día con nosotros y que reflejara algún rasgo de su personalidad o gustos…

Qué ansiedad! Aprendí de golpe!

Ese fue el primer paso. El segundo fue cuando organicé un mercadillo solidario para la fundación que dirigía. Al sentirme tan bien haciendo manualidades, pensé que el resto de mis compañeros y compañeras a los que también les gusta, podían hacer donaciones por el bien de los niños del mundo que pasan hambre y así le dábamos más sentido a nuestros hobbies.

Fue todo un éxito.

Para ese momento, además de puntos de libro se me ocurrió forrar cuadernos moleskine, que siempre he tenido por casa, porque me encantan y de ahí, empecé a forrar libretas y a personalizarlas.

Después vinieron las guirnaldas de corazones…

…los abecedarios de madera forrados…

…las pulseras con piedras naturales…

Y…después vino Carolina, mi compañera de trabajo desde hace 14 años… que ya son años!

A ella le encanta coser y lo hace muy bien, también participó en el mercadillo solidario y ahora colabora en La Cuillère de Sucre con sus alfileteros, renos, perritos, Ratoncitos Pérez, estrellas, mariposas…..todo de tela y hecho con mucho cariño.

Y por último… las mariposas que, en La Cuillère de Sucre, se transforman en guirnaldas…

Así que éste, es para nosotras, el principio de una nueva historia que nos fascina y que deseamos compartir.

Gracias!!

«Sin la artesanía, la inspiración es una mera caña sacudida por el viento»

-Johannes Brahms-