«Son mis hijos, pero no son míos»
La mariposa es el único ser que sufre la transformación más radical a nivel físico que nadie puede sufrir…
…y nosotras, las mujeres, somos un poco mariposas a nivel emocional cuando nos convertimos en madres.
Es una gran transformación que hasta que no la vives no te la puedes imaginar.
Esta es la tercera vez que escribo un post sobre el Día de la Madre…
y he tenido la oportunidad de ser madre: una, dos y tres veces…
He aprendido a pensar, sumar, multiplicar y dividir entre tres…un ejercicio que me acompañará siempre.
De momento me parece que mi hija mayor conseguirá ser famosa…en ello está!
…la mediana quiere ser veterinaria para poder estar más cerca de su gran pasión: los caballos…
…y el pequeño será también lo que se proponga.
Pero independientemente de lo que consigan ser de mayores, mi deseo es que siempre sean felices.
Quiero dedicar este post a todas las madres del mundo, pero en especial a las que hoy, por las circunstancias que sean, no pueden dar todo lo que les gustaría a sus hijos. Eso es algo que me rompe el corazón, pero sé que a la vez saca de ellas momentos y gestos increíbles que las harán únicas, especialmente para sus hijos.
Por ellas!